Redacción
Trabajadores del Instituto Hidalguense del Deporte (INHIDE) denunciaron de manera anónima una presunta práctica abusiva al interior de la dependencia: una rifa obligatoria, cuyo costo de boleto es de 250 pesos, de la cual se utilizaría para cubrir una multa que la Auditoría Superior del Estado de Hidalgo (ASEH) impuso a directivos por omisiones en su gestión financiera.
De acuerdo con la denuncia, la sanción del organo fiscalizador asciende a 16 mil 971 pesos, y fue consecuencia de irregularidades que se atribuyen a Adriana Martínez, directora de Finanzas, Carlos Aguilar, subdirector de Control Financiero y Raúl Briseño, jefe de contabilidad.
La “brillante idea” de ambos funcionarios para salir del apuro habría sido organizar una rifa de 100 boletos de 250 pesos cada uno, con un premio de 8 mil pesos, para así juntar la cantidad necesaria y cubrir la sanción… todo esto cargando el costo al bolsillo de los trabajadores, quienes aseguran haber recibido los boletos con la consigna de que sí o sí debían vender y entregar el dinero.
De acuerdo con los trabajadores, Adriana Martínez habría engañando al titular del INHIDE, Oscar “El Conejo” Pérez, que la multa la pagó con sus propios recursos.
Los inconformes señalan que esta medida no fue voluntaria, sino impuesta, y aseguran que ambos directivos gozan de protección del secretario de Educación, Natividad Castrejón Valdez, lo que les permite operar con impunidad.
“Nosotros no cometimos las omisiones, pero nos obligan a pagar las consecuencias”, señalaron empleados, quienes pidieron el anonimato por temor a represalias.
La situación ha generado indignación dentro del instituto, pues mientras la ASEH sanciona a los responsables, la carga económica recae en los trabajadores que nada tuvieron que ver en las fallas.