Por: Tania Martínez Suárez
Mi querida Perla Ibarra y yo tuvimos el gran honor de presentar la Tercera Antología de Poesía FENALEM, resultado del Premio Nacional de Poesía 2025, en la Feria del Libro del Libro Infantil y Juvenil del Estado de Hidalgo, comparto en esta columna un fragmento del mensaje que di ese día:
Texto de apertura Perla Ibarra:
A lo largo de la historia literaria en México, la voz de las escritoras ha sido sistemáticamente invisibilizada o relegada a un plano secundario frente a las voces masculinas. Es hasta mediados del siglo XX, que las antologías de poesía mexicana incluían de manera marginal a autoras cuando no las omitían por completo. En el siglo XIX, nombres como el de Sor Juana Inés de la Cruz eran excepciones que lejos de abrir un camino amplio, quedaron como figuras aisladas en el imaginario colectivo.
Durante gran parte del siglo XX, la crítica literaria, los circuitos editoriales y las instituciones culturales privilegiaron a poetas hombres, consolidando un canon que reforzaba desigualdades de género en el acceso a la publicación y a la memoria literaria.
Es hasta las últimas décadas, que han surgido estudios y proyectos editoriales que buscan rescatar y visibilizar la escritura poética de las mujeres. Investigaciones recientes señalan que, por ejemplo, en la primera mitad del siglo XX, menos del 10% de los títulos de poesía publicados en México llevaban la firma de una autora, mientras que en concursos nacionales de poesía, la presencia de mujeres premiadas comenzó a hacerse significativa apenas a partir de los años ochenta.
Esta desproporción histórica evidencia cómo las estructuras culturales limitaron la participación femenina, pese a que existía una producción poética constante y valiosa.
En las antologías mexicanas de 1940 y 1950, la presencia femenina era mínima: en la famosa Antología de la poesía mexicana moderna (1953) de Octavio Paz, solo aparecen unas cuantas mujeres frente a decenas de hombres. La llamada “Generación de los 50” (Dolores Castro, Rosario Castellanos, Enriqueta Ochoa, Thelma Nava) abrió camino para que más voces femeninas tuvieran legitimidad en el canon. Aun así, no fue sino hasta la década de 1980 que las escritoras seguían siendo minoría en premios nacionales y publicaciones.
Leer poesía escrita por mujeres hoy, implica un acto de justicia literaria y de reconstrucción de la memoria cultural. No se trata únicamente de equilibrar cifras, sino de reconocer que la experiencia femenina aporta perspectivas esenciales sobre el cuerpo, la identidad, la memoria y el territorio. Antologías como la que hoy presentamos, permiten que las lectoras y lectores entren en contacto con una pluralidad de voces que históricamente fueron silenciadas o marginadas.
Cada poema escrito por una mujer no solo enriquece el horizonte de la literatura mexicana, sino que contribuye a un tejido más diverso y representativo de lo que somos como sociedad.
¿Qué es la FENALEM?
Un proyecto para escritoras un proyecto creado en 2020 para impulsar la literatura escrita por mujeres en México. FENALEM son las siglas de la Feria Nacional del Libro de Escritoras Mexicanas, un proyecto cultural autogestivo que busca dar visibilidad y difundir la obra literaria de autoras mexicanas, promoviendo su producción en géneros como novela, cuento, poesía y ensayo. Este evento sirve como un espacio para que las escritoras presenten sus trabajos, interactúen con el público y se genere un diálogo en torno a la literatura hecha por mujeres en México.
- Plataforma de difusión:
Funciona como una feria anual y una plataforma de difusión para la obra de las escritoras, ya sean de editoriales o esfuerzos independientes.
- Participación en eventos:
Además de su feria anual, FENALEM participa en otras ferias del libro, como la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FILGUA).
¿Qué actividades organiza?
- Concursos y antologías:
Ha organizado concursos de poesía y ha compilado antologías de ganadoras para visibilizar a nuevas autoras.
- Eventos en tiendas físicas:
Cuenta con una tienda física en la Ciudad de México donde se realizan presentaciones de libros, venta y convivencias con autoras.
Las mujeres tendemos redes
Así como la FENALEM hay decenas de espacios autogestivos, de plataformas, mapas, repositorios, revistas, compilaciones, fanzines, talleres literarios, lecturas masivas, reuniones, grupos de escucha, festivales, encuentros, mesas de diálogo, en fin…. Son innumerables los esfuerzos de cientos de mujeres en nuestro país por configurar la escritura de las mujeres desde las bases, todas podemos escribir, para dejar testimonio de nuestro paso por el mundo, aportar nuestra visión, para narrar el tiempo en el cual nos desarrollamos, la escritura para las mujeres es también un espacio para la disertación, para sentirnos menos solas ante la vorágine que la vida cotidiana nos significa, como parte del progreso y la modernidad las mujeres hemos debido crecer aisladas, procurar una vida profesional como medio de subsistencia y al momento de formar una familia la carga mental y de responsabilidad recae en nosotras, estamos solas, cansadas,, etc y aun así sostenemos el mundo, hacerse cargo de lo cotidiano es mantener vivo el entorno, estos vasos comunicantes que se tienden nos acercan, nos permiten reconocer en las palabras de las otras ese hilito luminoso que nos atraviesa y nos une.
Pienso en este efervecer literario con perspectiva feminista, de derechos humanos y equidad de género; como un gran micelio que se interconecta, se desdobla y se expande entre nuestras letras, esta Tercera antología de poesía es una muestra lo que se escribe en la actualidad, de lo que mujeres de todas las generaciones experimentan ahora, es una dulce y cruento prisma de las cosas que no siempre podemos ver.
Me honra muchísimo que este premio nacional en su emisión 2025 celebre el talento de 25 mujeres de la república mexicana, y que entre ellas estemos 3 hidalguenses, somos una buena prueba de lo que se escribe en nuestro estado, Ilse Sanquez Quintero, es la segunda vez que gana este premio, la primera vez fue en la categoría de cuento, con su texto crítico Declaración, cuestiona e increpa la tarea de la escritura. La gran Rosa Maqueda Vicente del Valle del Mezquital para el mundo, siempre digo que los dos brazos poéticos que circundan nuestro estado son las voces líricas de Yanira García y Rosa Maqueda, cada una desde la experiencia de su propia vida, con su mirada y estilo. Rosa, es la voz batiente que nos recuerda que el hñahñu es una lengua viva, que se comparte y camina, no va a desaparecer.
Nombradía, la que se nombra, la que tiene renombre.
Texto escrito por mí. Habla de la incesante voz que nos persigue, puede ser el miedo a la violencia, la búsqueda de nosotras mismas o como por nuestro nombre o nuestro género nos es etiquetado, en el espejismo de la mención de nuestro nombre quizá nos encontremos materializadas.
Nombradía
Escucho mi nombre entre el fuego
en el medio de la oficina
alguien grita con desespero
enuncia las letras de mi nombre
y mi cuerpo se vuelve pesado
como si fuera a caer en una guerra
hipnóticos surcos en el viento
los haces de luz que figuran esas letras
nadie más las ha escuchado
en sus escritorios apenas y parpadean
los miro de reojo
buscando alguna señal de este suceso
pero nada
solo el que siempre sale a fumar
se va de prisa
Escucho mi nombre
retumba entre las estrechas lozas
como si estas fueran a romperse
y me cayera encima el candelabro
guardo silencio
aquí estoy solo yo
es muy tarde
¿quién podría buscarme hora?
escucho los pasos
que dictan mi nombre
no sé si se alejan o se aproximan
y me escondo entre las sábanas
como cuando era niña
y nadie me creía
que me llamaban
Escucho mi nombre entre la multitud
no se si voltear
me siento la más torpe
cuando miro en diferentes direcciones
pero no encuentro de dónde vienen esos sonidos
otra vez estoy en el andén
miro enfilados por lo menos 10 autobuses
observo
siempre observo
tratando de pasar desapercibida
me cuido de las sombras
y el olor fétido
alguien grita mi nombre
y cuando volteo
susurra a mi oído.