Por: Tania Martínez Suárez
Mayo, con todos sus días festivos y puentes vacacionales, trae también sus avisos.
Mamá
Se festeja a las mamás, y se espera que sigamos cumpliendo los estándares de todos los demás ¿Y nosotras? ¿Qué queremos nosotras? ¿Qué carajos significa en pleno año 2024 el festejo multitudinario y temático en una primaria para festejar a las mamás? Es cierto, ya no bailaron El Ratón Vaquero, pero, ¿Esa es la forma de homenajear a las madres que nos han dado Matria y Libertad? cada año me siento más lejana de este tipo de eventos, como de muchas cosas de la Agenda setting de nuestras urgencias.
Ahí estaba yo, en la última fila de un Auditorio, imposibilitada a moverme hasta que todo acabará… vi desfilar a Barbie y Ken personificados en una veintena de impostores, vi vueltas de carro y otras acrobacias épicas, la llamada música moderna y hasta vals con pequeños universos de luces flotando sobre las cabezas de las bailarinas, vi un color rosa que permeaba el ambiente, estaba: en playeras, zapatillas de las maestras, decenas de globos a medio colgar, letras destellantes ¡Feliz día Mama! y pompones hechos ayer elevándose como plegarias. Vi niñas y niños nerviosos, algunos con pasos robóticos, átonos, esas extremidades podrían haberse quebrado ahí mismo por su rigidez, pero cada cual dio el mejor baile de su vida. Vi al único profesor de la escuela vestido de traje como cada año, con la sonrisa de cada también al recibirnos a todas. Otra vez acompañé a mi hija y me sentí incómoda, entre las rimas leídas a trastabillos de Sor Juana Inés de la Cruz, el minuto de silencio y luego el de aplausos por todas la Madres que ya no viven, o con la infaltable canción de Denise de Kalafe sonando como mantra redentor.
¿Qué se yo de maternidad, sin caer en estigmas? Nada, porque sigo siendo una mamá primeriza de una niña de 9 años, que muchas veces no entiende las exigencias vacuas y los roles infundados que se le interponen. Sólo sé que maternar desde la orfandad es todavía más complicado o más libre y más atemorizante. ¡Qué la maternidad no nos anule como mujeres, qué tengamos oportunidades para seguir conquistando sueños en lo personal y profesional, qué podamos contribuir al crecimiento integral de nuestrxs hijxs, qué nos acompañemos más y nos juzguemos menos, qué la maternidad sea deseada o no sea!
Comunicóloga
Comunicación, comunicación, comunicación… así reza, o rezaba la porra universitaria que coreábamos, y seguimos en la incertidumbre de la definición única y exacta de qué implica ser un comunicólogo (a) … pienso que la más acertada siempre será ser un todólogo (a), porque, así como no contamos con teorías propias y tomamos todas las de las humanidades y otros campos a préstamo, cada profesional de la comunicación se desarrolla o se hace bolas tanto como sus habilidades se lo permitan. De tal suerte que estamos insertos en casi todas las ramas, todos los rubros y asignaciones. Esa materia no la vemos en la licenciatura, pero sí de adaptabilidad se trata, somos los mejores.
Para mí, la comunicación está ligada a la educación, y en específico a la Educación Continua, otra vaguedad en su ámbito. Está ligada a la enseñanza, a la palabra y el diálogo, a la cultura, a la gestión del patrimonio, al arte, a la fotografía, al radio, a la producción, a la escritura, a la profesionalización, a la divulgación, a la vinculación, a la comunidad, a la defensa de los derechos, al alcance y nuevas aplicaciones de la tecnología, a la preservación de la identidad, a la memoria, a la búsqueda de la paz, a la confabulación de historias y a la lucha feminista.
Sí el sentido de interpretación es amplio, también lo son las oportunidades.
Maestra
Tuvo que pasar más de una década para que esas siete letras volvieran a resonar en mí, de las primeras labores profesionales que realicé fue dar clases, y de manera intermitente siempre he podido dar una u otra clase por aquí y por allá. Luego me centré más en la capacitación y en ser facilitadora, mediadora, o acaso guía en los procesos educativos. Pero ahora sé, que soy una sembradora, ya sea en una escuela, o coordinado procesos formativos, dando talleres, tomándolos o generando espacios para la divulgación del trabajo de las mujeres, investigando… sé qué por convicción mi trabajo está al servicio de las personas, que puedo ayudar a que otras personas florezcan.
Cuando era niña yo decía que iba a ser maestra cuando fuera adulta, quizá lo decía sin mucho pensar, porque también decía que sería bailarina, astronauta o veterinaria, lo que sí sabía desde entonces es que soy curiosa, la comunicación cuestiona, indaga, escudriña, pero de nada vale si no se comparte, por eso escribo esto, soy estudiante y maestra.